Llego el día. Realmente no se imaginan lo mucho que espere por este día, lo soñé, lo imagine en mi cabeza, soporte mis ganas de hablar de ello, lo mire cada día buscando fallas, errores y cosas que pudiera mejorar, espere en lo que pareció algo interminable y finalmente, ¡esta aquí!

Durante meses antes de sentarme frente a la computadora pensé detenidamente en los colores, el ambiente y el rostro que dirigiría este viaje. Sabía que no podía tomar y poner colores brillantes, la idea siempre pensó que sería algo oscuro. Londres es el marco principal y algo que no puedo desaparecer pues esta fantasía urbana se desarrolla en esa ciudad y Westminster es un retrato idóneo de la misma.

El resultado final, simplemente, aun sigo amándolo... Puedo asegurar que cada vez que la miro soy una persona muy feliz.

¿Listos?

¡Aquí esta!